PROVINCIALES
SIGUE EL CONFLICTO
En un clima tenso, Del Corro se reunió con padres de alumnos del CAAD
25/08/2011. En el establecimiento de Chacra II, la Ministro de Educación acudió a una reunión donde los padres de alumnos con capacidades diferentes defendieron a la coordinadora María Laura Gariglio. Del Corro llegó una hora tarde y pidió que los medios no presencien la reunión.
La reunión había sido reclamada por los padres a partir de la denuncia presentada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) por malos tratos, abusos y desmanejos en fondos utilizados para los almuerzos.
Con más de una hora de demora, la funcionaria provincial se hizo presente en el establecimiento y allí participó de la reunión con una veintena de padres de alumnos de la institución, que en todo momento defendieron a la principal acusada por ATE, la coordinadora María Laura Gariglio.
En el inicio de la reunión, Amanda Del Corro destacó que la situación está siendo investigada y que por tal motivo no podía brindar mayores detalles sobre el estado del sumario iniciado. Obviamente, hubo reproches por parte de los padres que quieren conocer a fondo los motivos que obligaron a Educación a apartar de su cargo a la docente.
Y justamente Gariglio fue airadamente defendida por varios padres quienes aseguraron que el dinero que ella manejaba era de los padres y no del Estado. “En todo caso gastó nuestra plata”, decía un padre visiblemente enojado.
Por otro lado, sobre los posibles maltratos denunciados por ATE, otro padre aseguró que “si los hubiera como dijo el gremio, los chicos no querrían venir. Nuestros chicos son transparentes y si hay uno que lo hayan retado de mal modo, no tendría ganas de venir”.
Además, una madre con tono enérgico declaró ante los presentes que “hay una realidad y es que hay muchos chicos que están mejor acá que en sus casas. Si pasara algo como un maltrato nos enteraríamos rápidamente”.
Unos quince minutos después de iniciada la reunión, Amanda Del Corro decidió que para continuar dialogando con los padres, los medios de prensa presentes en el conclave debían abandonar el salón.