El Día de la Independencia y un discurso para pensar

La profesora Gabriela Castillo fue la única oradora del acto central por el 9 de Julio, desarrollado en la Casa de la Cultura de Río Grande, con la presencia de autoridades municipales, fuerzas vivas y escasa concurrencia de vecinos de la ciudad.

Castillo destacó en primer término que “en esta fecha quería referirme, haciendo situación de contexto, que en 1816 al declarar la Independencia, pertenecíamos a las Provincias Unidas de Sudamérica en donde no solo incluíamos algunas provincias de lo que hoy es la Argentina sino también parte de lo que es Bolivia, Paraguay acababa de independizarse y un gran territorio sur, como la Patagonia, aún seguía en manos de los pueblos originarios”.

“En ese contexto y viviendo este tránsito, quienes nos precedieron habían tenido un fuerte trabajo en lograr acuerdos, en avanzar para el logro de esta independencia que era añorada. Y esa independencia, podríamos creer que solo tenía que ver con no depender de España y en realidad sí, la ruptura con la Monarquía era un eslabón importante en la cadena, pero fundamentalmente tenía que ver con la voluntad del pueblo de entender que tenía el derecho de autodeterminación sobre su destino”, añadió.

A su vez, planteó que “entonces, estamos hablando que no sólo se estaba buscando organizarse políticamente para manejar los destinos de aquello que tenía que ver con la economía de la región, sino que fundamentalmente entendía que su pueblo podía ser soberano y hacer pleno ejercicio de la libertad” y además, aseguró: “Planteo esto porque no sólo se buscaba la autonomía, sino que los ilustres de la época confiaban en que la sociedad fuera capaz de autodeterminar su propio destino”.

Castillo prosiguió con su discurso diciendo que “cuando apelo a la libertad, que es el otro término fuerte que marca la Independencia, estamos hablando fundamentalmente de la capacidad que posee todo ser humano de obrar por voluntad propia”.

“En este contexto de libertad nosotros tuvimos la suerte de venir mucho después, donde esto ya está garantizado y podemos elegir nuestras autoridades, hacer ejercicio de nuestra libre expresión y de libertad política, cívica, religiosa, de circulación y de asociarnos. Son todas circunstancias que en otro contexto no eran garantías. Y hoy, tenemos libertad de pensamiento”, aseveró la docente riograndense.

Por otra parte, cerró diciendo: “Quiero detenerme en una invitación a todos los presentes y a la comunidad en general, para trabajar sobre nuestra libertad de pensamiento. Ellos, los ilustres, nos dejaron un legado. Un legado que tenía que ir más allá de poder decir que somos libres, sino tener pleno ejercicio de la libertad. Ese compromiso lo tenemos todos aquellos que somos servidores públicos”.