PROVINCIALES

Denuncian abuso de uso de fármacos en el Servicio Penitenciario

El Dr. Miguel Febré presentó un Habeas Corpus al detectar varios casos donde los reclusos reciben constantes dosis de ansiolíticos, que con el uso constante generan efectos adversos. “Les aplican medicamentos que permiten superar la tensión del encierro pero muchos se vuelven adictos”, denunció.

Migue Febré es el abogado que formuló las denuncias.
Migue Febré es el abogado que formuló las denuncias.
El Dr. Miguel Ángel Febre, formalizó una denuncia contra el Servicio Penitenciario Provincial al detectar que los reclusos se encuentran en situación de riesgo de adicción al aplicarles constantes dosis de ansiolíticos para tolerar el encierro.

Febré refirió que “la denuncia es a partir de un caso concreto que motivó la presentación de un habeas corpus” en relación a un interno al cual está representando, quien de acuerdo a los dichos del abogado “está bajo un programa de rehabilitación. Entró como una persona sana y hoy es un adicto”.

Respecto al Servicio Penitenciario Provincial, indicó que “la función que el Servicio Penitenciario debe cumplir es la reinserción del interno, sin embargo ha fallado en su misión principal, que es la rehabilitación”.

En cuanto al caso que denuncia el letrado, refirió que “existe abuso en el uso de benzodiazepinas, que es un medicamento psicotrópico, que permite a alguien que está privado de la libertad, superar la tensión del encierro, pero qué es lo que sucede cuando se aplica durante mucho tiempo. De hecho con la utilización de más de tres meses seguidos, produce situaciones de mayor excitación, son drogas muy peligrosas” y agregó “hay casos en que se ha suministrado esta droga por más de 5 años”, indicó Febre.

Asimismo, el abogado refirió también que “el Instituto de Neurociencias y tras la consulta con psiquiatras locales, el abuso de benzodiazepinas produce diferentes alteraciones. Además, deben ser suministradas por personal habilitado, pero nos encontramos con que no hay psiquiatras de manera constante”, destacó.

“La medicación se la aplica de forma compulsiva y nos encontramos con un Servicio Penitenciario que lejos de fomentar la rehabilitación, es un sistema de castigo” ya que si el interno no quiere colocarse las inyecciones, es sancionado.

Por último, el Dr. Febre aseguró que “mi defendido está bajo un programa de rehabilitación. Entró como una persona sana y hoy es un adicto” y remarcó que “no existe un programa provincial de rehabilitación y esto es una falencia muy grave en nuestro sistema penitenciario”.

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