RIO GRANDE.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un artículo en su sitio web que planteó interrogantes sobre el costo del régimen industrial de Tierra del Fuego en Argentina y afirmó que la sustitución generalizada de importaciones perdió relevancia desde hace décadas. El autor del artículo, Douglas Irwin, planteó la pregunta de si las economías en desarrollo deberían seguir el modelo de construcción de "campeones nacionales" adoptado por Estados Unidos y China.
En su análisis, Irwin cuestionó el modelo de ensamblado de las fábricas de Río Grande, en Tierra del Fuego, y planteó la preocupación sobre cómo las economías en desarrollo deben lidiar con políticas industriales, subsidios, restricciones a la importación basadas en preocupaciones ambientales y de seguridad nacional, y controles de exportación.
El autor destacó que tanto China como Estados Unidos han adoptado políticas industriales de manera explícita en los últimos años. Por su lado China ha implementado la iniciativa "Made in China 2025" con grandes subsidios a industrias específicas, mientras que Estados Unidos ha protegido las industrias del acero y el aluminio y introdujo subsidios y regulaciones restrictivas para promover la producción nacional.
La Unión Europea también fomentó políticas industriales, especialmente en su transición hacia una economía verde y digital.
Entre lo destacado del artículo publicado en la web oficial Irwin critica el costoso intento de Argentina de promover el ensamblaje de productos electrónicos en Tierra del Fuego y afirma que la sustitución generalizada de importaciones ha perdido su efectividad desde hace décadas. Sin embargo, reconoce que el debate sobre la política industrial ha estado estancado durante mucho tiempo, ya que algunos ven su importancia para el crecimiento y la transformación estructural, mientras que otros la consideran una fuente de corrupción e ineficiencia.
Un debate
El artículo del FMI generó un debate en Argentina, donde el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego se convirtió en un tema recurrente en los debates electorales. Sus detractores argumentan que este esquema consume divisas, genera productos con mayor costo interno y atraso tecnológico debido a la protección de importaciones. Por otro lado, se defiende la creación de empleo privado y la actividad en una zona estratégica, aunque también se plantean propuestas para reconvertir el modelo hacia una mayor agregación de valor.
Conclusiones
El artículo concluye al señalar que los subsidios industriales a gran escala son un lujo que los países ricos pueden permitirse, pero podrían resultar costosos y con beneficios inciertos para las economías en desarrollo. Irwin sugiere que los recursos públicos podrían ser utilizados de manera más efectiva en mejorar la salud, la educación y ayudar a los sectores más desfavorecidos en lugar de destinarlos a las industrias nacionales.
El autor también aboga por mejorar la eficiencia en el sector agrícola y destaca que muchos países han logrado avances económicos comprometiéndose con la economía global en lugar de cerrar mercados en busca de una supuesta estimulación de la innovación local. Según Irwin, China mejoró su productividad agrícola, ha permitido la inversión extranjera en la manufactura y ha liberado al sector privado, lo que ha contribuido a su enriquecimiento.
Cabe destacar que el FMI aclaró que las opiniones expresadas en el artículo son las del autor y no reflejan necesariamente la política del propio Fondo.