PROVINCIALES

CRECE LA PREOCUPACION

Colectiveros de Taikré la pasan cada vez peor en Chacra IV

En una de las zonas más complicadas de la ciudad, los choferes de la empresa de transporte público de pasajeros sufren el amedrentamiento casi a diario. Pedradas desde los edificios y viviendas, amenazas y hasta robos dentro de las unidades forman parte del actual panorama en la zona.

La empresa tiene problemas permanente con la seguridad en Chacra IV.
La empresa tiene problemas permanente con la seguridad en Chacra IV.
No es nuevo que Taikré sufre las consecuencias de la falta de seguridad en Chacra IV, una zona problemática desde hace muchos años. Sin embargo, en los últimos meses la situación se fue agravando hasta límites peligrosos.

A las clásicas pedradas hacia las unidades desde los edificios –que en más de una ocasión obligaron a modificar recorridos- ahora se le suma ataques a las unidades desde las viviendas, en una modalidad perpetrada en su mayoría por jóvenes y hasta menores de edad.

Por esta modalidad de vandalismo, Taikré dispuso en más de una oportunidad no ingresar a la zona más compleja del barrio. Finalmente, y siempre por la mediación con el Ejecutivo y las garantías de mayor seguridad de parte de la Policía de Tierra del Fuego, la medida termina evitándose o acotándose en su aplicación.

Pero en las últimas semanas todo se complicó. Un robo dentro de una unidad, con desconocidos que subieron al colectivo, amenazaron al chofer y a los pasajeros, fue la gota que rebalsó el vaso. Taikré volvió a reiterar que en esas condiciones, no ingresaban más al barrio.

Ahora se suma un nuevo capítulo. Dos personas sin identificar a bordo de una moto impidieron el paso de una unidad y amenazaron al chofer, porque querían saber si el trabajador era quien había denunciado a los jóvenes que días atrás habían asaltado un colectivo.

El nivel de amedrentamiento fue extremo. Insistieron hasta conocer el nombre del trabajador en cuestión, lo que demuestra que algunos grupos en esa zona de la ciudad están dispuestos a llegar al límite solo para seguir imponiendo su ley.

Desde la empresa volvieron a reiterar, por enésima vez, que bajo estas condiciones es casi imposible brindar un servicio normal. Lógicamente, los choferes tienen miedo. Mientras tanto, y hasta que se tomen medidas ejemplificadoras en la zona, las consecuencias las sufren quienes a diario deben recurrir al transporte público de pasajeros como única opción para trasladarse por la ciudad.

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