PROVINCIALES

MENSAJE IMPLICITO PARA LOS VECINOS

Cada vez más puertas y cámaras para llegar a los concejales

Crece la queja de los visitantes porque el acceso a las oficinas del Concejo Deliberante se ha restringido como nunca antes. Solamente en el despacho de la presidente Miriam Boyadjian, el vecino que llegue hasta el umbral deberá trasponer cinco cámaras de seguridad y cuatro puertas.

La nueva adquisición: portero electrónico con visor en el despacho de presidencia.
La nueva adquisición: portero electrónico con visor en el despacho de presidencia.
Desde hace algunos meses, la queja de los vecinos que recurren a sus representantes en el Concejo Deliberante ha ido en aumento, no solo por las pocas audiencias que otorgan sino por la gran cantidad de filtros que deben atravesar para llegar a los despachos.

Cámaras de seguridad, puertas cerradas y porteros electrónicos forman parte del gran panóptico que tal como propuso el filósofo Jeremy Benthman allá por el siglo XVIII, permite a los ediles observar a quienes llegan a sus oficinas sin que estos sepan que son observados.

*frase_1 Pero el dato más curioso se apreció en los últimos días, con la instalación de un portero electrónico en la puerta misma del despacho de presidencia del cuerpo deliberativo. Allí, después de pulsar el timbre, desde el interior se podrá observar a la persona en cuestión. A partir de allí el empelado de turno podrá decidir si contesta la requisitoria y, sobre todo, si abre la bendita puerta.

Otro dato que no es menor: quien logre acceder al umbral del despacho de la concejal Miriam Boyadjian, por ejemplo, deberá trasponer cuatro puertas y cinco cámaras de seguridad, ubicadas estratégicamente.

A simple vista, puede tratarse de un desvelo por la seguridad de parte de los ediles pero en realidad, no se trata más que un simple reflejo de la distancia que los propios concejales buscan mantener para con sus representados, casi como si cada puerta se tratar de un escollo a superar.

Sin embargo, las crecientes medidas de seguridad no impidieron que empleados del edificio legislativo le otorguen una llave a un indigente para que pernocte allí, en una muestra clara que ‘más’ no necesariamente significa ‘mejor’, aun cuando a la mayoría de los ediles les cueste reconocer la diferencia entre uno y otro término.

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