TOLHUIN.- El descontrol en Cabo San Pablo, zona ubicada a unos 105 kilómetros de Tolhuin, ya se tornó como lugar liberado. En la zona, vecinos denuncian que la falta de presencia estatal permite el avance de usurpaciones, ventas ilegales de terrenos y hasta actividades delictivas como el cuatrerismo. Señalan directamente al Ministerio de Producción y Ambiente, afirmando que "se especializa en hacer normas y folletos sobre prevención ambiental que nadie cumple ni supervisa".
En medio de este contexto de abandono estatal, el pasado 27 de enero el Gobierno provincial convocó a pescadores artesanales para analizar demandas relacionadas con el acceso libre a la zona costera. Sin embargo, fuentes oficiales revelaron fuera de micrófono que entre los convocados figuraban personas denunciadas por cuatrerismo y venta ilegal de terrenos en las inmediaciones de la Hostería San Pablo. "Todos saben lo que hacen, pero nadie quiere quedar pegado", aseguraron estos funcionarios en off.
Además, los habitantes del lugar advierten sobre la presencia frecuente de los llamados “falsos pescadores”, personas que circulan en vehículos, a menudo polarizados, y que han sido detenidos reiteradamente por delitos vinculados al robo de ganado.
La falta de control policial, sumada a la inacción oficial, viene generando un marco ideal de absoluta impunidad y una creciente especulación inmobiliaria.
Una simple fogata cerca del río Lainez termina siendo la postal de un problema mucho más profundo: la desidia estatal convertida en complicidad frente a la ilegalidad.