RIO GRANDE.- En el marco de la ley de emergencia penitenciaria, Ariel Ciares, Director del Servicio Penitenciario de la Provincia, informó sobre los avances en la construcción de un nuevo espacio destinado a alojar internos. Ciares explicó que la obra representa un avance importante en la garantía de derechos fundamentales, tales como la educación, el trabajo y la habitabilidad adecuada. Actualmente, las unidades penitenciarias enfrentan dificultades significativas debido al hacinamiento, especialmente en la ciudad de Ushuaia.
“Hoy estamos bastante complicados con respecto al lugar de alojamiento, lo cual afecta la garantía de derechos según lo establecido en la normativa vigente”, declaró Ciares. El nuevo espacio permitirá implementar un régimen de autodisciplina, donde se evaluará el comportamiento, las adicciones y otros factores relevantes de los internos para determinar su traslado.
El director también precisó que la obra, cuya finalización está proyectada en aproximadamente dos semanas y media, incluye el llenado de encadenados para el cordón perimetral. Sin embargo, el avance está sujeto al tiempo de fraguado de los materiales empleados. Actualmente, la provincia cuenta con 164 internos en Ushuaia y 160 en Río Grande, además de 25 personas bajo monitoreo electrónico. Este incremento poblacional anual, estimado en un 20%, hace necesario planificar nuevas unidades penitenciarias a futuro.
En cuanto a las actividades recreativas y laborales dentro de las unidades, Ciares destacó la existencia de talleres de carpintería, soldadura y tapicería, entre otros, que buscan fomentar habilidades laborales y reinserción social. Además, más de 10 internos estudian Derecho a través de la Universidad Siglo XXI, lo que subraya el compromiso del servicio penitenciario con la educación.
Sobre el uso de celulares en las unidades, Ciares señaló que solo se permiten dispositivos analógicos para garantizar la comunicación familiar, evitando conectividad a redes sociales. Este uso está estrictamente regulado y registrado para prevenir incidentes.
Por otro lado, el director mencionó el reto de sumar nuevo personal penitenciario. Actualmente, se encuentran en formación agentes que serán incorporados tras completar un programa de capacitación de seis meses. También está prevista la incorporación de oficiales con formación técnica superior en seguridad y orientación penitenciaria.
Finalmente, Ciares abordó la polémica sobre permisos domiciliarios para internos, aclarando que estos se otorgan solo bajo estrictas condiciones médicas y con monitoreo electrónico. “El interno permanece bajo prisión domiciliaria, monitoreado y sin custodia directa, pero cualquier salida no autorizada activa alarmas en el sistema”, explicó.
Con estas medidas, el servicio penitenciario busca afrontar los desafíos de una población penal creciente, asegurando condiciones dignas y cumpliendo con las normativas vigentes.