USHUAIA.- En el corazón del archipiélago de Tierra del Fuego, uno de los secretos mejor guardados de Argentina se revela: la Bahía Lapataia, un fiordo que deslumbra por su belleza monumental. Contrariamente a la creencia común, este paisaje puede ser visitado en cualquier estación del año, ofreciendo una experiencia única en cada visita.
Aunque los fiordos son características geográficas típicas de Escandinavia, Argentina también alberga estos impresionantes paisajes, siendo la Bahía Lapataia uno de los ejemplos más destacados. Este rincón mágico se encuentra en el Parque Nacional Tierra del Fuego, rodeado por los imponentes bosques magallánicos y abrazado por las montañas de la Cordillera de los Andes.
La Bahía Lapataia, que durante mucho tiempo fue objeto de disputas limítrofes con Chile debido a la traza del Canal de Beagle, ha sido confirmada como territorio argentino. Este fiordo, que técnicamente posee la estructura de una entrada costera del mar formada por la acción de los glaciares, ha sido catalogado internacionalmente como una bahía.
El paisaje de Lapataia se caracteriza por sus islas dispersas y su ribera austral que alberga el puerto natural de Puerto Canelo. Entre la flora que se puede admirar en esta región se encuentran los cachiyuyos gigantes, algas pardas de dimensiones notables y los característicos bosques magallánicos. En cuanto a la fauna, el lugar es hogar de centollas patagónicas, lobos marinos de uno y dos pelos, gaviotas australes y cormoranes imperiales.
La Bahía Lapataia, a menudo considerada como el Fin del Mundo, marca el punto más austral de la Ruta Panamericana, que se extiende desde Prudhoe Bay en Alaska, Estados Unidos, hasta Ushuaia en Argentina. Este enclave natural se convierte así en un hito simbólico que atrae a viajeros de todo el mundo.
Cómo llegar a la Bahía Lapataia:
Explorar la Bahía Lapataia desde Ushuaia es sencillo, ofreciendo tres opciones para disfrutar de este paraíso natural. La primera opción es en auto, tomando la Ruta Nacional 3 en dirección al Oeste y recorriendo 23.7 kilómetros, con un tiempo de viaje de aproximadamente 45 minutos. Alternativamente, los viajeros pueden optar por el famoso Tren del Fin del Mundo, o utilizar el transporte público, con salidas desde la intersección de las calles Maipú y Fadul, ofreciendo una opción más económica para llegar a este rincón mágico de la Argentina
