RIO GRANDE.- Mario Mehren, CEO de la energética alemana Wintershall Dea, advirtió sobre la gravedad actual de la economía argentina, a la que definió como "en muy mala situación", en momentos en los que el país avanza hacia el balotaje para elegir su próximo presidente entre Sergio Massa y Javier Milei.
"Por supuesto, seguimos las elecciones en la Argentina muy de cerca", dijo el ejecutivo durante la presentación de resultados trimestrales de la empresa, que es socia de la francesa TotalEnergies y de la local Pan American Energy (PAE) en Fénix, proyecto de u$s 700 millones para extraer gas off shore en Tierra del Fuego.
"Mi visión, la de la compañía, es completamente independiente de quién será el próximo presidente de la Argentina", indicó Mehren, reflejado por El Cronista. Acto seguido, reconoció: "La economía está en una muy mala situación. Tenemos una inflación muy por encima del 100%, restricciones de divisas extranjeras y todo tipo de complicaciones en ese contexto. Si quieres implementar un proyecto internacional, es complicado sin libre acceso a divisas. Es difícil ser inversor en si no puedes enviar desde la Argentina ganancias y dividendos a Europa, que es lo que quieres hacer como inversor".
Agregó que la magnitud de las tareas a encarar por quien sea el próximo presidente "son importantes". "Lo que sí espero es que todos sean conscientes de estas tareas. Eso es algo que se podrá gestionar con éxito sólo si todos los políticos de la Argentina se unen", observó. Subrayó el potencial que tiene el país: "Es fantástico. Tiene de todo: recursos naturales, gente muy inteligente y muy bien formada. Sólo necesita estabilizar su economía".
Durante la presentación, Mehren también anunció "claros avances" en el proyecto Fénix: la finalización del gasoducto submarino que transportará el fluido desde la plataforma. Anunciado, e iniciado, el año pasado, el proyecto, se prevé, empezará a suministrar 10 millones de metros cúbicos (m3) diarios de gas a partir de 2025. El CEO anticipó que la plataforma de extracción ya está lista para ser transportada desde Italia. Fénix, según el plan, debería estar concluido en 2024.
Una reestructuración para compensar la salida de Rusia
Controlada por BASF (73% de su capital) y el holding Letterone, del ruso Mijaíl Fridman (accionista controlante del grupo español Dia), Wintershall Dea anunció una pérdida de 535 millones de euros en el tercer trimestre de 2023. La cifra contrastó con el beneficio de 388 millones de euros que había logrado un año antes. La empresa explicó que gran parte de eso fue por devaluaciones de activos en la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África del Norte).
En nueve meses, el EBITDA se redujo 53% interanual, a 964 millones de euros. Registró 1500 millones de euros en tesorería y su deuda neta, de 2400 millones de euros, equivalió a un apalancamiento de 0,5 veces. Su producción fue del tercer trimstre fue de 324.000 barriles equivalentes de petróleo diarios.
La empresa también estableció previsiones extraordinarias de 223 millones de euros antes de impuestos para su programa de austeridad anunciado en septiembre. Ese plan implica una reducción de más de 500 puestos de trabajo (200 en Alemania), de un total de más de 2000 empleados a escala global.
La principal causa de esta reestructuración, que incluye la reducción de cuatro a tres en los miembros de su consejo directivo y una única casa matriz en Kassel (Alemania), es su salida de Rusia el año pasado, luego de la invasión de ese país sobre Ucrania. Rusia era aproximadamente el 50% de la producción total de Wintershall Dea. La empresa alemana quiere alcanzar un ahorro anual de 200 millones de euros con este programa.
"Estamos simplificando Wintershall Dea para reforzar nuestra competitividad, reducir costos y mantenernos centrados en nuestras prioridades estratégicas", declaró el director financiero, Paul Smith.
"Son decisiones difíciles pero las correctas para mantenernos competitivos en un entorno cambiante y desafiante", afirmó Mehren.