En un estudio publicado en la revista Nature -especializada en ciencia y medicina-, los investigadores analizaron los virus que portan algunos mamíferos, como los murciélagos, los simios y los roedores. Observaron cómo interactúan con los humanos en diferentes regiones del planeta, teniendo en cuenta que algunas de las infecciones más graves por las que pasó la humanidad se originaron en animales y luego pasaron a las personas, como el VIH-Sida.
Para los investigadores de EcoHealth Alliance este tipo de mapas pueden ser útiles en caso de que se produzca una nueva infección con dichas características, como la gripe aviar, por ejemplo.
La Amazonia se configura como una de las regiones más riesgosas del mundo porque posee una gran biodiversidad. Incluye a Perú, Bolivia, Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.
Los científicos llegaron a la conclusión de que los murciélagos son los mamíferos más peligrosos, ya que cada especie puede albergar hasta 17 enfermedades zoonóticas -aquellas que ya afectaron tanto a animales como a humanos-. A pesar de que el riesgo de contagio por virus procedentes de estos mamíferos es global, se concentra mayoritariamente en las zonas de América central y América del Sur.
El riesgo por simios y roedores es levemente menor, ya que son solo 10 las enfermedades de cada especie puede alojar. El peligro por primates está repartido en las regiones tropicales, mientras que la amenaza por roedores está focalizada en América del Sur -aunque también está globalizada-.
El doctor Kevin Olival, un investigador que llevó a cabo el estudio realizado, explicó que “es probable que las enfermedades están emergiendo por el impacto del humano sobre el medio ambiente”. La respuesta que ofrece como científico es que “las personas debemos minimizar el contacto directo con la vida silvestre, tanto por caza como por destrucción del hábitat”.
EcoHealth Alliance planifica centrar su próxima investigación en las aves. El objetivo es identificar potenciales fuentes de infecciones zoonóticas similares a la gripe aviar.