RIO GRANDE.- En un giro sorpresivo para la industria textil de Tierra del Fuego, la empresa Australtex dio inicio a una serie de despidos que han generado inquietud y desconcierto en el sector. Con la reciente noticia de 15 trabajadores despedidos, y la amenaza de posibles suspensiones adicionales, se cuestiona la verdadera motivación detrás de estas decisiones, especialmente considerando el entorno de protección estatal en el que opera la provincia.
La industria textil fueguina ha sido históricamente respaldada por una serie de subsidios, exenciones impositivas y disposiciones aduaneras protectoras proporcionadas por el Estado. Por lo tanto, los despidos anunciados han generado una ola de especulaciones sobre las razones detrás de estas medidas, ya que parecen contradecir el entorno favorable en el que operan estas empresas.
En este marco y según datos proporcionados por el sector, entre los años 2018 y 2022, se observa un flujo constante de importaciones de fibras, hilados, tejidos y confecciones hacia el territorio nacional, con un considerable porcentaje ingresando al Área Especial Aduanera de Tierra del Fuego (AAETF). Sin embargo, lo que resulta más preocupante es que las importaciones de hilados alcanzan un 27% y los tejidos cerca del 15%, a pesar de que la mayoría de estas manufacturas podrían ser producidas localmente en el continente.
La Ley 19.640 establece que en el AAETF no aplican restricciones a las importaciones ni aranceles de importación, otorgando así una ventaja competitiva significativa a las empresas ubicadas en esta área. Esta situación plantea interrogantes sobre la efectividad de las políticas de protección industrial implementadas en Tierra del Fuego y si estas están logrando cumplir con su objetivo de promover el desarrollo económico y la generación de empleo en la región.
Organizaciones privadas estiman que el costo teórico de un puesto de trabajo en el sector textil de Tierra del Fuego asciende a U$S 7.308 mensuales, una cifra considerable que subraya la importancia de estas actividades para la economía local. Sin embargo, con los despidos anunciados, se plantea la preocupación sobre el impacto que estas medidas tendrán en la estabilidad laboral y el desarrollo socioeconómico de la provincia.
En resumen, los recientes despidos en la industria textil de Tierra del Fuego plantean interrogantes sobre la efectividad de las políticas de protección estatal en un contexto de competencia internacional y desafíos económicos. Mientras tanto, el sector y las autoridades locales enfrentan el desafío de encontrar soluciones que permitan garantizar la sostenibilidad y el crecimiento de esta importante actividad económica en la región.