El Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI) cerró un nuevo acuerdo con los laboratorios para no tener que abonar aquellos medicamentos autorizados que sus afiliados nunca retiraban de las farmacias. Esto le generaba a la obra social un gasto de 100 millones de pesos mensuales destinados a productos que luego se destruían.
Sergio Cassinotti explicó que el instituto de asistencia médica de los jubilados “abona el medicamento en el momento que el laboratorio lo envía a la droguería y la farmacia”. El problema se planteaba cuando ese remedio no se retiraba de la farmacia. Los motivos pueden ser que “el paciente cambió el tratamiento, falleció o se mudó”, mencionó Cassinotti, al tiempo que amplió y sostuvo que “la farmacia tenía obligación de destruir esa medicación no retirada, pero PAMI ya la había abonado, y además se prestaba a maniobras que podían implicar revender medicamentos vencidos o con su cadena de frío rota”.
En una entrevista con la agencia de noticias Télam, el titular de PAMI aclaró que la obra social “no está recortando prestaciones ni tampoco están cambiando ningún tipo de bonificación ni de descuento para el beneficiario”. Cassinotti desarrolló con mayor profundidad el nuevo mecanismo, que tiene dos objetivos centrales. Por un lado, controlar de manera más estricta los medicamentos que se venden y, por otra parte, darle más dinamismo a la institución para que los jubilados hagan menos trámites. De este modo, los prestadores de PAMI tienen mayor seguridad porque “saben que una vez que fue aceptada la prestación no tendrá inconveniente cuando lo tenga que cobrar”, explicó el director de la institución.
El nuevo convenio, que fue aceptado por la industria farmacéutica, implica que PAMI ya no deberá pagar por los artículos que no se retiren de las farmacias. Según su titular, “a partir de ahora tienen 30 días para definir el circuito de ese medicamento” y que se ponga en funcionamiento. Destacó, también, que el objetivo principal de la reestructuración es “cortar el fraude, que es el gran problema que ha llevado al déficit que hoy tiene el PAMI, con cantidad de desvíos y con sobrefacturaciones”. Aclaró que “eran más de 100 millones de pesos mensuales en medicamentos pagados pero no retirados“.
La obra social PAMI tiene 4.980.000 beneficiarios, casi todos adultos mayores -sobre todo mujeres-. Además, incluye alrededor de 180.000 jóvenes, la mayoría de ellos con alguna discapacidad.
Sergio Cassinotti asumió como nuevo titular de PAMI en marzo de este año, en reemplazo de Carlos Regazzoni. Se desempeñó hasta entonces como presidente de IOMA (Instituto de Obra Médico Asistencial), la actual obra social más grande de la provincia de Buenos Aires.
Fuente: Iprofesional.com