Emplazada dentro del Parque Solar Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, la planta contará con cinco instalaciones diferenciadas. Se espera que la primera fase del proyecto se concluya a finales del 2020 y para entonces ya será capaz de generar 1.000 MW de potencia. Para el año 2030, la producción de energía podría quintuplicarse, lo que cubriría un 25% de las necesidades eléctricas del país.
La planta solar más grande del mundo, la Ivanpah CSP en California, genera cerca de 390 MW de potencia. Por otro lado, la central de Ouarzazate, en Marruecos, alcanzará los 580 MW cuando se termine su construcción en el 2020. El proyecto dubaití duplicará, e incluso triplicará, este rendimiento tan pronto se ponga en marcha e igualará la producción de las centrales nucleares convencionales.
Las plantas de energía solar concentradas se sirven de un conjunto de espejos llamados helióstatos para dirigir la luz solar a un punto concreto, generalmente en la parte superior de una torre. Cuando la luz concentrada se convierte en calor, impulsa una turbina de vapor que está conectada a un generador de energía eléctrica. Una ventaja de este tipo de instalaciones es que el calor, a diferencia de la luz, puede ser fácilmente almacenado, así que la producción de electricidad no se interrumpirá por las noches.
La central de Dubai tendrá varios millares de helióstatos situados alrededor de una torre que suministrarán energía a menos de 8 céntimos de dólar por kilovatio/hora, una cifra que reduce a la mitad el coste típico de las plantas solares. Cuando esté operativa, se espera que se reduzcan un total de 6’5 millones de toneladas de emisiones de carbono cada año. La nueva planta solar forma parte del proyecto Dubai Energía Limpia 2050, cuya meta es abastecer el país con un 75% de energías limpias para el año 2050.
