En medio de una escalada de tensión diplomática con Gran Bretaña y las denuncias de una presunta "amenaza" militar desde las islas Malvinas, el gobierno argentino decidió reforzar en los últimos meses la presencia de las Fuerzas Armadas en el Atlántico Sur.
El dispositivo militar de refuerzo de presencia de efectivos, equipamiento, aviones y mayor nivel de control de radarización en la zona cercana a las islas Malvinas forma parte de un plan de "despliegue territorial" y una estrategia de defensa que la administración de Alberto Fernández quiere profundizar en adelante.
En paralelo al planteo diplomático de la Cancillería de derogar el acuerdo Duncan-Foradori sellado durante el gobierno de Mauricio Macri con Londres, el Ministerio de Defensa decidió avanzar en un plan sistemático de refuerzo militar en bases del Atlántico Sur.
"En las últimas décadas, la presencia de las Fuerzas Armadas en el sur ha quedado limitada. Nosotros creemos que las Fuerzas Armadas tienen que tener un despliegue territorial que permita cubrir adecuadamente desde la perspectiva de defensa el conjunto del territorio nacional y en particular en las zonas que fueron menos protegidas", dijo el ministro de Defensa Jorge Taiana al evaluar el programa de mayor presencia militar en resguardo de la zona del Atlántico Sur.
En línea con esta estrategia militar hace menos de un mes desde la Antártida el presidente Alberto Fernández dijo: "Es hora de volver a poner la vista en el sur; Malvinas es una causa actual y es más que la memoria de la guerra: es una causa nacional porque el Atlántico Sur y, sin dudas, nuestro territorio antártico son un enclave vital de nuestra soberanía territorial y política".
Según explicaron las fuentes castrenses y del Ministerio de Defensa, el plan de refuerzo militar en el Atlántico Sur contempla los siguientes ejes:
1-MÁS EFECTIVOS MILITARES
Hay un desplazamiento mayor de efectivos militares de las tres fuerzas. Así, se pasó en el último año de 200 a 400 efectivos del Ejército tan sólo en la base de Río Gallegos y en Usuhaia. Esto tiene que ver con reforzar la presencia militar pero también forma parte de un mayor nivel de tareas de patrullaje y defensa en la zona.
2-CREACION DE UNA BASE
Sobre la importancia de la creación de la Guarnición Militar Conjunta en Tolhuin se plantea que hay una necesidad de "reafirmación de la soberanía nacional y su necesaria defensa se asientan en la visión de una Argentina bicontinental que sostiene una proyección a la Antártida y al Atlántico Sur".
Se trata de una Guarnición Militar Conjunta ubicada en un lugar estratégico como lo es la localidad de Tolhuin, la tercera ciudad más importante de la Provincia de Tierra del Fuego y constituye "la materialización de la perspectiva integral en materia de Defensa, en particular, en lo que respecta a la presencia de las Fuerzas Armadas", según dijeron.
La idea de este plan es contar con una base de mayor capacidad de disuasión, despliegue, control y vigilancia del conjunto del territorio nacional. La creación de la Guarnición Militar Conjunta permite que el Ejército Argentino tenga presencia en la ubicación más austral, hasta el momento ese lugar era ocupado por la base de Rospentek, Provincia de Santa Cruz.
3-RADARIZACION.
En Tierra del Fuego se desplegó el radar de Rio Grande que es móvil pero en lo inmediato se pondrá otro radar fijo. A este radar se le suma el que hay en Rio Gallegos.
El Gobierno tiene pruebas de vuelos irregulares del Continente a las Islas Malvinas y quiere profundizar el control aéreo. En agosto del año pasado la Argentina exigió explicaciones a Chile por cinco vuelos irregulares no registrados que se dirigían desde Punta Arenas a las islas Malvinas y pidió que el país vecino confirme si hubo una eventual operación de apoyo logístico a la base militar que Gran Bretaña tiene en Puerto Argentino.
Todo esto se detectó en un reporte del Comando Aeroespacial de Merlo en base a los movimientos que detectó el radar táctico RPA-170M, situado en Tierra del Fuego. Allí se registró, entre el 27 y 30 de julio, un total de cinco vuelos irregulares de Chile hacia la zona de las islas Malvinas.
4- BASE DE USHUAIA.
Avanzan las obras de la base naval integrada en Ushuaia. Allí está contemplado un polo logístico con la Armada y el desarrollo de un dique flotante para abastecer la zona.
Esto forma parte de un acuerdo entre el Ministerio de Defensa y la provincia de Tierra del Fuego. Allí se dará apoyo logístico a buques y embarcaciones de diferentes países.
El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, dijo en su momento que la administración de Beijing iba a tener una injerencia en la construcción de esta base pero desde el mismo Gobierno negaron sus afirmaciones. Sostienen que se trata de un emprendimiento con presupuesto exclusivo de la Argentina.
5-AVIONES DE COMBATE.
Como parte de una "contribución a la defensa de la soberanía nacional" con "tareas de vigilancia y control del aeroespacio en la región sur del país", el ministro Taiana reubicó tres aeronaves IA-63 Pampa III que estaban la VI Brigada Aérea, en la ciudad de Tandil, Buenos Aires,en a la X Brigada Aérea de Río Gallegos, Santa Cruz, y le destinó cientos de efectivos y equipo permanente. Así habrá ahora un total de cinco aviones de combate en Río Gallegos.
Se trata de aeronaves de entrenamiento como de ataque ligero. Ahora la emblemática Brigada X del sur extremo de la Argentina -disuelta hace treinta años y reabierta ahora- contará con aviones de guerra, de ataque, de transporte, artillería y radar. El Gobierno tiene previsto desarrollar allí un escuadrón aunque eso llevará más tiempo.
Desde el Gobierno justifican todo este movimiento defensivo y refuerzo militar en función del supuesto incremento de Fuerzas Armadas de Gran Bretaña en la base militar de Mount Pleasant en Malvinas.
6-BASES EN ANTARTIDA.
En su reciente viaje a la Antárida el Presidente anunció el refuerzo de las tareas científicas en la base de Marambio y se amplió la base de Petrel que estará lista definitivamente en octubre.
La intención del Gobierno es reforzar en la Antártida la presencia militar sólo como mecanismo de disuasión y no de defensa.
En este contexto, el nuevo plan de la Argentina es potenciar el resguardo de los recursos naturales en el Atlántico Su. Para ello se cuenta con al menos 4 buques de Patrullajes en el mar dentro de una estrategia defensiva, cooperativa y autónoma, que tenga capacidad de vigilancia, control y de disuasión.