ARGENTINA.- El día 02 de febrero siendo las 22 hs, con 4.573 millas navegadas desde su zarpada del Puerto de Buenos Aires, y después de abrirse camino a través de los témpanos, el Rompehielos ARA “Almirante Irizar” embicó a 13 millas náuticas de la Base Conjunta Antártica “Belgrano 2”, la más austral que la República Argentina posee en el continente blanco.
Durante seis jornadas sucesivas, la tripulación del Rompehielos ARA “Almirante Irízar” operó aprovechando las condiciones meteorológicas favorables, con los helicópteros Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval.
Se realizaron 170 vuelos, por medio de los cuales se realizó el abastecimiento de la Base y el relevo de dotación. Se transportaron carga general, víveres, gas oil antártico, material científico y repliegue de residuos.
Finalizada la tarea, el Rompehielos continua su derrota rumbo a la Base Conjunta Antártica “Orcadas”.
La CAV se encuentra bajo control operacional del Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), dependiente del Estado Mayor Conjunto de las Fuerza Armadas, y su objetivo es realizar todas las acciones de abastecimiento de las bases argentinas, y el apoyo logístico a las actividades científicas que desarrolla el país en la Antártida.
LA PRESENCIA ARGENTINA MÁS AUSTRAL
La Base Conjunta Antártica “Belgrano 2” fue inaugurada el 5 de febrero de 1979 sobre el Nunatak Bertrab en la Bahía Vahsel, al sur del mar de Weddell. Se trata de la segunda de tres bases que llevaron el mismo nombre, todas de carácter permanente y administradas por el Ejército Argentino; pero que por diferentes fenómenos naturales debieron ser desalojadas.
Situada aproximadamente a 1.300 km del Polo Sur, posee meses de completa luz solar y otros de noche polar. Los fuertes vientos son característicos y las temperaturas constantemente negativas, alcanzando hasta los -54˚C.
En la estación funciona el laboratorio científico LABEL (Laboratorio Belgrano), perteneciente al Instituto Antártico Argentino donde se realizan estudios principalmente de ozono, magnetismo, meteorología, glaciología, biología terrestre, geodesia y sismología. En particular, durante los períodos de oscuridad, la latitud de la base permite el estudio de las auroras boreales las cuales revisten gran interés para la ciencia.