BUENOS AIRES-. En el marco de una política que tiene por finalidad achicar el déficit sin resignar prestaciones mediante a optimización de los más de $ 145 mil millones de presupuesto anual, el PAMI realizó este miércoles la apertura de sobres de la licitación de medicamentos oncológicos, y aunque aún resta el proceso de revisión y adjudicación, en la obra social de los jubilados ya estiman un ahorro de casi el 70%, lo que representa 1.450 millones de pesos.
Luego de la licitación de medicamentos para tratar la hemofilia en la que consiguió un ahorro del 80% en los precios que venía abonando en el marco del "convenio" de provisión de remedios, el PAMI decidió avanzar con una compulsa pública por 23 drogas oncológicas que representan el 40% del gasto del PAMI en este segmento y que cubre el tratamiento de los cánceres más comunes.
El miércoles 18 de julio se abrieron los sobres, y fuentes del PAMI explicaron a ámbito.com que se presentaron 23 laboratorios, en su mayoría de capitales nacionales. Aunque evitaron dar detalles para evitar los riesgos de impugnaciones, desde la obra social anticipan que las ofertas permiten estimar "un ahorro de 68% a 69%, lo que significan 1.450 millones de pesos anuales".
Luego de la apertura de sobres, ya se abrió el periodo de análisis de las ofertas por parte del Comité de Evaluación. "Esperamos que en menos de dos meses ya tengamos a los ganadores", confían en el PAMI.
La novedad es que por cada una de las 23 drogas que se licitaron se adjudicará al ganador del contrato, pero se establecerá un ranking con segundo y tercer lugar. "La idea es que si el laboratorio ganador por algún motivo no puede cumplir con la provisión, se llama al que quedó en segundo lugar, y luego al tercero", explican en la obra social de los jubilados y pensionados que en la actualidad brinda en forma 100% gratuita la medicación oncológica a unos 79 mil pacientes. Además, la autorización de la entrega de medicamentos oncológicos se redujo de 30 días a 48 o 72 horas.
Como el PAMI concentra el 40% del consumo de medicamentos en el país, los licitaciones y precios que consigue, de alguna manera marca un sendero de precios para el resto de las obras sociales y organismos, tanto nacionales como provinciales y municipales.
El director del PAMI, Sergio Cassinotti.
Desde que, en abril de 2017, Sergio Cassinotti asumió como director del PAMI se puso como meta que "los jubilados tengan el menor precio del mercado a la hora de comprar los medicamentos, además de reducir el déficit millonario sin resignar prestaciones, sino por el contrario mejorarlas y ampliarlas", cuentan en el entorno de mandamás de la obra social.
"El descontrol que había era terrible", resumen en el PAMI la situación con la que Cassinotti recibió el mando de Carlos Regazzoni. Para ese año, el presupuesto preveía un déficit de 15 mil millones; sin embargo, Cassinotti lo redujo a una quinta parte para cerrar 2017 con un rojo de 2.800 millones. "Ahora estamos encaminados a cerrar 2018 en equilibrio, y sin achicar las prestaciones, hay que destacar eso", afirman en el PAMI.
Para revertir el descontrol nada mejor que el control. De un área de auditoría que controlaba desde el escritorio se pasó a realizar entre 17 mil y 19 mil auditorías por mes en la calle, lo que permite evitar "defraudaciones" en las prestaciones, explican las mismas fuentes. También se determinó un cambio en el modelo prestacional, con una cápita mixta, en donde hay una parte de cápita fija y otra parte por módulos en donde la alta complejidad se paga aparte, lo que se tradujo en un ahorro de 270 millones de pesos por mes. Lo mismo en el área de prótesis, cuyo reordenamiento posibilitó un ahorro de 10 millones pesos por mes.
En el caso de los remedios, Cassinotti se planteó dos ejes: revisar el "convenio" de provisión de medicamentos y realizar licitaciones públicas para aumentar la competencia entre laboratorios y transparentar las compras. Claro que en ese punto la propia Casa Rosada decidió tomar cartas en el asunto. "Argentina es uno de los países en donde los medicamentos son los más caros, incluso comparando con países de primer mundo", braman en Balcarce 50 y adjudican esa situación "a que los laboratorios tomaron el control del mercado e impusieron sus condiciones". Es por eso que el propio Mauricio Macri se puso como árbitro en el round contra los laboratorios.
La ardua renegociación con la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEMe), la Cámara de Industrias de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa) y Cooperala culminó con un acuerdo firmado en marzo, en el que se estableció un descuento del 5% sobre los precios vigentes a febrero y un tope de aumento del precio de los remedios de hasta un 70% de lo que suba la inflación, para mantener el poder de compra de los jubilados y pensionados.
Para seguir con el esquema de licitaciones, el PAMI y el Ministerio de Salud de la Nación ultiman los detalles del pliego para el llamado de ofertas para la provisión de 36 drogas de los medicamentos llamados de alto costo que son para atender patologías HIV, cáncer y diabetes entre ortas. Esta licitación próxima a presentarse se hará en forma conjunta con el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, IOMA, la Obra social de la Ciudad, la de las Fuerzas Armadas y de la provincia de Santa Fe. Consolidar una demanda más grande, le da al PAMI y al resto de las obras sociales y organismos que participarán de la licitación un mayor poder de compra y por ende les permite forzar a los interesados a una mayor compulsa de precios.
Otros de los aspectos a revisar es el actual esquema de provisión de bolsones de comida a beneficiarios del PAMI. Ahora la obra social de los jubilados y pensionados entrega 600 mil bolsas de alimentos por mes, por un valor de 250 pesos y un total de 12 a 14 productos. Para ello, transfiere a los centros de jubilados el dinero que luego son los responsables de comprar los productos y entregarlos a los beneficiarios.
Para evitar que se entreguen productos de mala calidad o que no lleguen a los beneficiarios, en el PAMI ya iniciaron las conversaciones con supermercados mayoristas para llamar a una licitación de bolsones de alimentos, y de esa forma mejorar la calidad y el precio.