BUENOS AIRES.- Detrás de la jugada del oficialismo estuvo la postura de Sergio Massa, que consideró que una segunda vuelta en la ciudad de Buenos Aires no lo hubiera favorecido en la elección presidencial.
El diputado nacional oficialista, Leandro Santoro, finalmente desistió de competir en una segunda vuelta por la jefatura de gobierno porteño contra quien fuera su rival de Juntos por el Cambio, Jorge Macri.
Detrás de la maniobra del kirchnerismo estuvo la posición del candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, que consideró que una segunda vuelta en CABA no lo hubiera favorecido en la definición para el Ejecutivo.
De esta manera, el oficialismo le allanó el camino al ministro de Gobierno porteño para la sucesión de Horacio Rodríguez Larreta.
El principal argumento de la jugada impulsada por Massa tiene que ver con lo electoral. En el entorno del ministro de Economía especulan con una menor motivación en votantes duros de Juntos por el Cambio para participar de la segunda vuelta para las generales con el hecho de que no vaya a haber un balotaje para la jefatura de gobierno porteño.
Además, para la fecha del balotaje nacional (19 de noviembre) habrá un fin de semana largo en el calendario, con feriado el lunes. “Muchos votos históricamente macristas no van a estar”, augura un asesor de Massa.
Cerca de Santoro plantearon sobre la maniobra del candidato presidencial de Unión por la Patria que “es atendible” y buscaron evitar acusaciones internas sobre lo que podría considerarse una postura intransigente de mantenerse en carrera, ya que la convivencia entre los distintos espacios que integran el oficialismo siempre fue sensible y cualquier interpretación puede reavivar viejas diferencias.