BUENOS AIRES.- En medio del faltante de dólares en las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) y días antes de que comiencen las vacaciones de invierno, el Gobierno informó anoche que aumentará el dólar turista desde este jueves, pese a que reiteradamente sus principales referentes económicas habían negado que tal posibilidad existiese.
Según confirmaron en la AFIP, la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales pasa del 35% al 45%, lo que hará subir automáticamente el llamado “dólar turista”. No incluirá al llamado “dólar ahorro”, según informó la entidad que conduce Mercedes Marcó del Pont. Sí, en cambio, golpea a todos los pagos en dólares realizados con tarjeta de crédito en el exterior, vinculados a aplicaciones o servicios de streaming.
El dólar turista -compuesto por un 30% del impuesto PAIS más el 35% de percepción a cuenta de Ganancias y Bienes Personales- cerró hoy a $223. Con esta alza, su cotización llegaría hoy a $236,51, desincentivando las operaciones vinculadas particularmente al turismo emisivo -en el exterior- y achicando la brecha cambiaria con los dólares “libres”. El llamado impuesto PAIS introducido a comienzos de la gestión de Alberto Fernández no sufrirá cambios.
“Forma parte de las distintas medidas tomadas por el Gobierno destinadas a garantizar el equilibrio fiscal y promover la solvencia del Estado como promotor de la actividad económica”, indicó un comunicado oficial. El Gobierno instrumentó semanas atrás trabas a las importaciones y viene señalando que los dólares deben priorizarse para la producción nacional y la compra de energía. No obstante, la Unión Industria Argentina (UIA) se quejó el martes de falta de insumos.
La semana pasada, el BCRA prohibió el financiamiento en pesos para compras en dólares con tarjeta de crédito en los free shops. Días atrás había decidido lo mismo para los servicios “puerta a puerta”. Esa misma medida regía ya para los pasajes y los servicios en el exterior. “No estamos estudiando más medidas sobre los dólares para viajes al exterior”, había dicho el presidente del BCRA, Miguel Angel Pesce, días atrás en una entrevista con TN. Lo mismo había dicho el presidente Alberto Fernández desde Alemania. Todavía Martín Guzmán era su ministro de Economía.
Los argumentos
“La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) instrumenta medidas tendientes a robustecer el frente fiscal a partir de la manifestación de capacidad contributiva de distintos sectores económicos”, indicó un comunicado de la AFIP.
Según estimó la entidad tributaria, la Resolución General 5232 adecua la alícuota de la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales para un conjunto de las operaciones en moneda extranjera alcanzadas por el Impuesto PAIS. La suba es del 35% al 45%. “La actualización alcanza al consumo de divisas para viajes y gastos en el exterior. La normativa excluye a las compras de moneda extranjera para atesoramiento que continuará en 35%”, aclaró. “Las adecuaciones en la percepción entrarán en vigencia el 14 de julio”, indicaron.
“El derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”, había afirmado la ministra de Economía, Silvina Batakis la semana pasada. “El dólar es un recurso escaso y esos dólares tienen que estar a disposición de ampliar la matriz productiva”, agregó en el programa A Dos Voces y generó una polémica que termina con esta decisión.
“Cuando uno hace compras en el exterior y tendrían que haber ido al sector productivo está dañando el futuro de los argentinos”, había dicho. Luego aclaró: “Todas las personas tienen derecho a las vacaciones, pero nosotros tenemos que administrar las reservas para que el país crezca. Y vamos a tomar todas las medidas para que esas reservas se vuelquen a los sectores productivos”. Cerró entonces el tema con la frase: “Hay que invitar a que conozcamos más nuestro país”.
“Como sucede desde la implementación de la medida en 2020, cuando las percepciones experimentadas por un contribuyente superen el monto a ingresar por Ganancias y Bienes Personales, el excedente será reintegrado por la AFIP”, indicaron desde el Gobierno. Claro que ese reintegro llega completamente licuado por la elevada inflación en el país.
Las repercusiones
“Era esperable; empezaron a atacar el tema del dólar turismo”, dijo Miguel Kiguel, titular de Econviews. “Esta medida te lo encarece un poquito, pero no creo que te cambie la tendencia. Hay gente que igual va a comprar el dólar a este precio. Va ser más caro. Es una primera línea de defensa para defender las reservas. Algo se va a frenar la demanda, pero la mitad de eso a casi todos los compradores se lo devuelven. No es una cosa dramática, ahora es un poquito más caro”, agregó.
“Están viendo que los dólares excedentes del comercio se están yendo por la cuenta turismo, que no están en niveles elevados, pero recuperan con relación a la pandemia. Toda la cuenta de servicios son US$9000 millones al año y la mitad es viajes y pagos al exterior. Esto indicaría que el tipo de cambio se va a mover con atraso con relación a la inflación y es compensado con esta medida restricción”, afirmó Guido Lorenzo, de LCG.
César Litvin, CEO y socio del estudio Lisicki, Litvin y Asociados, opinó que este aumento de la percepción para operaciones gravadas por el impuesto país tiene como objetivo inmediato desmotivar el uso de divisas para turismo a través del incremento de las alícuotas y, en el caso de que se siga consumiendo dólares para turismo, un rápido incremento de la recaudación tributaria anticipada. “Para el contribuyente significa un encarecimiento de las transacciones por turismo en el exterior, que, si se trata de un pago a cuenta de ganancias o bienes personales, solo lo podrá utilizar en las declaraciones juradas del periodo anual, cuyo vencimiento se produce en junio de cada año”, comentó.
“Otro aspecto cuestionable es que la alícuota de la percepción pasa del 35% al 45%, cuando la escala progresiva del impuesto llega hasta un máximo del 35%, más aún cuando proliferan otros regímenes de retenciones, percepciones y pagos a cuenta que producen, en muchos casos, saldos a favor del impuesto, convirtiéndose el contribuyente en acreedor del fisco con un crédito que se derrite por la inflación. Considero un abuso la facultad que la ley le otorga a la AFIP para establecer este tipo de pagos a cuenta, con consecuencias financieras y económicas para los contribuyentes”, afirmó Litvin.
Gabriel Hermida, tributarista de Auren Argentina, dijo que esto es “seguir cazando en el zoológico y adelantando dinero al fisco por parte de los contribuyentes”, porque al final del día es un pago a cuenta del impuesto a las ganancias. “Ahora ese pago a cuenta que me retienen hoy, sobre todo a las personas físicas, se lo van a poder computar en la declaración jurada de diciembre de 2022, que van a presentar en mayo de 2023; con lo cual el costo financiero para cada persona, con la inflación que hay, es enorme. Estamos financiando al Estado más de lo que ya lo hacemos”, dijo.
“Como norma impositiva es inconstitucional, al establecer un anticipo del impuesto en función de una lejana presunción de capacidad contributiva, una ficción, y por un porcentaje mayor que la alícuota máxima. La resolución consagra un empréstito forzoso que actúa como un impuesto sin sustento en ley, ya que en los hechos, por la inflación, para el caso de que el contribuyente lo pueda utilizar en el futuro, contra el pago de un impuesto o cuando sea devuelto a ese contribuyente, ese dinero valdrá mucho menos. Ergo, consagra una exacción no aprobada por el Congreso. En definitiva, la norma profundiza un desdoblamiento cambiario disfrazado de norma impositiva”, dijo Diego Fraga, abogado tributarista y socio de Expansion Holding. “Aplica no solo al turismo, también a Netflix”, ejemplificó.