RIO GRANDE.- El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida, uno de los indicadores más preocupantes del impacto humano en la atmósfera, está mostrando un comportamiento más cercano al promedio histórico en 2024. Según el reciente informe del Servicio de Monitoreo Atmosférico de Copernicus (CAMS, por sus siglas en inglés), el agujero comenzó a cerrarse a principios de diciembre, rompiendo la tendencia de prolongaciones extremas observadas en los últimos años.
“Vemos este comportamiento como un regreso a la normalidad en comparación con los patrones más extremos de los últimos años. Es una señal alentadora de que los esfuerzos globales para reducir las sustancias que dañan la capa de ozono están dando resultados”, afirmó Laurence Rouil, director del CAMS.
El Protocolo de Montreal, firmado en 1987, ha sido clave en la reducción de sustancias destructoras del ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC). Este acuerdo internacional ha permitido que la capa de ozono inicie un proceso de recuperación, aunque persisten variaciones anuales influenciadas por factores naturales como la temperatura estratosférica y las dinámicas del vórtice polar.
En 2024, el agujero de ozono alcanzó un tamaño máximo de 22 millones de kilómetros cuadrados en septiembre, menor en comparación con los 25 millones de kilómetros cuadrados registrados en 2022 y 2023. Este comportamiento también se vio influido por episodios de calentamiento estratosférico en julio, que retrasaron el inicio del fenómeno y llevaron a una disminución más rápida durante noviembre.
“Gracias al Protocolo de Montreal, esperamos ver signos más claros de una recuperación completa en las próximas décadas”, destacó Rouil. No obstante, enfatizó la importancia de mantener los compromisos internacionales y continuar monitoreando los cambios en la atmósfera.
El cierre del agujero en 2024, alineado con el promedio histórico, subraya los avances logrados hasta la fecha y refuerza el mensaje de que la cooperación global puede generar resultados tangibles en la lucha contra los problemas ambientales. Sin embargo, el CAMS advierte que la recuperación total de la capa de ozono podría extenderse hasta mediados del siglo XXI.