“En torno al debate actual sobre la despenalización y legalización del aborto es mucho lo que hemos escuchado decir. Una frase que se ha repetido casi como un slogan es que "el aborto legal es una deuda de la democracia". Quiero detenerme a analizarla.
En principio, encierra una profunda contradicción ya que el aborto en nuestro país no es legal, precisamente porque en el marco de nuestro sistema democrático se han sancionado un conjunto de leyes e incluso nuestra propia Constitución Nacional, reconoce y garantiza la protección del derecho a la vida desde la concepción.
Sin ir muy lejos en el tiempo, debemos decir que los constituyentes de 1994, democráticamente electos, incorporaron por unanimidad con rango constitucional dos instrumentos que reconocen el derecho a la vida desde la concepción como el Pacto de San José de Costa Rica y la Convención de los Derechos del Niño, en las condiciones de su vigencia, entendido que se es niño desde la concepción mediante la ley - también de la democracia- 23.849 del año 1990. En igual sentido, el nuevo Código Civil y Comercial aprobado hace sólo tres años en su artículo 19 establece la "La existencia de la persona humana comienza en la concepción".
Ahondando un poco más es oportuno decir que el preámbulo de la Convención de los Derechos de Niño, establece que "el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento" ¿Qué protección le estaríamos dando al niño antes del nacimiento, permitiendo el aborto?
Debemos tener en cuenta que estas normas no pertenecen a pasados lejanos sino que son el fruto de nuestra democracia reciente y contemporánea. Es más, muchos actuales senadores también lo eran hace tres años cuando se votó el Código Civil y Comercial.
Habría que ver entonces qué concepto de democracia tienen quienes repiten ese slogan, y preguntarnos quién puede decir entonces, legítimamente, cuál es una deuda de la democracia. A mi entender no basta sólo con tener acceso privilegiado a los medios masivos de comunicación o referentes mediáticos que nos hagan creer que la "ola verde" es imparable cuando en realidad se desvanece cruzando la General Paz.
Nuestro sistema democrático es representativo (artículo 22 de la Constitución Nacional) y las decisiones de la democracia las adoptan quienes tienen un mandato popular expresado en las urnas, como el que tuvieron los constituyentes de 1994 que incorporaron en nuestra Ley Fundamental, como una de las atribuciones del Congreso "Dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en situación de desamparo, desde el embarazo hasta la finalización del período de enseñanza elemental, y de la madre durante el embarazo y el tiempo de lactancia" (Artículo 75 inciso 23). Demás está decir que el aborto legal, que es el Estado mismo consintiendo la eliminación de un niño o niña por nacer, es incompatible con este sistema de protección.
Con pesar, podemos ver que transcurridos casi 25 años de este mandato del pueblo argentino plasmado por los constituyentes, y transcurridos casi 35 años del feliz 1983, aún no se ha dictado ese régimen de protección de la niñez desde antes del nacimiento y luego de él y de la madre durante el embarazo. Esa, es una verdadera deuda de la democracia.
En el Senado de la Nación presido la Comisión de Población y Desarrollo Humano, que tiene entre sus competencias examinar todo lo relativo al cumplimiento de este mandato constitucional. Por eso hago un llamado a rechazar este proyecto que no protege a las mujeres, ni a los niños y niñas por nacer. Y a dictar una ley, o conjunto de leyes que protejan a los dos. Sólo así estaremos saldando una verdadera deuda de la democracia.
No podemos aprobar un proyecto de ley que va en contra de la Constitución que una vez juramos cumplir y hacer cumplir, porque sería traicionar el mandato de nuestro pueblo y de nuestras provincias”.
NACIONALES
OPINION
"El aborto legal no es una deuda de la democracia"
03/08/2018. Por Miriam Boyadjian