BUENOS AIRES (Prensa Latina).- El Gobierno argentino trabaja para lanzar una campaña internacional que busca visibilizar su lucha en la disputa por la soberanía de Islas Malvinas, territorio usurpado por Reino Unido en 1833.
La iniciativa tendrá su punto inicial en Perú, donde se constituyó en forma presencial el Grupo de Apoyo a la Cuestión Malvinas y según adelantó el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, a la agencia Télam, aspiran a apuntalar la política exterior con respecto a este conflicto, que desembocó en una guerra entre argentinos y británicos en 1982.
En una entrevista con ese medio de noticias, Carmona resaltó que el nuevo grupo de apoyo será coordinado por el embajador argentino en Perú, Enrique Vaca, de acuerdo con las instrucciones impartidas por el canciller Santiago Cafiero y también participan personalidades como el excanciller Diego García, el catedrático Miguel Rodríguez y el especialista en energía Humberto Campodónico.
Se trata del primero que se constituye en forma presencial, precisó el funcionario, tras añadir que el Gobierno aspira a reforzar el reclamo para que Reino Unido se siente a negociar en la disputa de soberanía con Argentina, tal cual lo resolvieron las Naciones Unidas en 1965.
Por su parte, Vaca precisó a Télam que el Grupo de Apoyo es generar iniciativas en los distintos ámbitos académicos, culturales, políticos y mediáticos que visibilicen y difundan los legítimos derechos soberanos argentinos sobre las Islas Malvinas.
El pasado 19 de noviembre el presidente Alberto Fernández lanzó una Mesa de Trabajo Interministerial enmarcada en elaborar estrategias para la difusión y concientización en torno a la soberanía nacional sobre Malvinas, en un encuentro en el cual señaló que mal que les pese a algunos, esas islas «no las vamos a cambiar ni por vacunas ni por deuda».
“Las Islas Malvinas fueron, son y serán de Argentina”, afirmó en esa ocasión Fernández, tras señalar que no cabe dudas del derecho que tiene este país sobre ese territorio.
Argentina y el Reino Unido mantienen una disputa, que desembocó en un conflicto armado, con un saldo de 650 combatientes nacionales y 255 soldados ingleses muertos en 1982.
En múltiples ocasiones esta nación ha llamado a la contraparte a reanudar las conversaciones para avanzar en la negociación para la solución pacífica y duradera de la controversia.
