Una enorme plataforma de hielo de más de 1.200 kilómetros cuadrados se derrumbó en el glaciar Conger, al este de la Antártida, desintegrándose en miles de icebergs a la deriva que navegan a más de 60 kilómetros por hora en dirección oeste-noroeste, según el Centro Nacional del Hielo de EE.UU. (USNIC) con datos de la NASA.
La ruptura, detectada por primera vez por la Oficina Australiana de Meteorología y confirmada posteriormente por la USNIC, coincide con los últimos datos que revelan que la extensión diaria de hielo marino en la Antártida mostró su nivel más bajo desde que hay registros para el mes de febrero, por debajo de los 2 millones de kilómetros cuadrados.
Asimismo el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia y la Universiad Côte d’Azur señalaron días atrás que se había batido un nuevo récord de calor en la estación Concordia, a más de 3.200 metros de altitud en el este del continente, con un registro de -11,8ºC el 18 de marzo.
Según las mismas fuentes de investigación de Francia, “se trata de una temperatura extrema, que supera en más de 40 grados lo normal para esta época del año, en esa zona”.
El biólogo navarro e investigador Ignacio Oficialdegui López, que ha cruzado tres veces la Antártida, detalla a EFE que el desprendimiento de esta plataforma de hielo pudo verse afectado por las temperaturas altas e inusuales de los últimos meses, aunque, ha recalcado, “no es la única ni la principal causa”, es un fenómeno natural y hay que ahondar más en la investigación.
Oficialdegui detalla que se trata de una placa de hielo flotante -unida al continente a través del borde de un glaciar- y que al romperse se queda en el mar desestabilizándose por la marea y el viento hasta colapsar en miles de pedazos que flotan a la deriva, por la zona de costa e incluso alcanzando el mar abierto.
Para el investigador, el lugar donde se ha desplomado la plataforma, la parte oriental, no es lo más habitual: “Es la zona más fría y donde el continente antártico tiene más volumen y potencia de hielo”.
Desde el Centro de Hielo de EE.UU. explican que dicha plataforma, que se nutría de los glaciares Conger y Glenzer, parecía estar totalmente intacta a principios de este mes de marzo, por lo que el derrumbamiento ocurrió en apenas unas semanas.