GALES.- Katie Craw tiene 26 años y vive en Pentre Maelor, Gales, junto a su pareja, Rob Ellis, de 29 años. En 2016 tuvieron un hijo, Jacob, que ahora tiene 4 años. Y en 2019 decidieron que era bueno traer al mundo un hermanito para él, según Viralistas.
Y Katie quedó embarazada. Al tercer mes fueron al hospital para una ecografía de control. Era el día para saber si sería un varón o una nena. Pero no se imaginaron la sorpresa que tendrían.
Katie ya tenía alguna sospecha que algo diferente pasaba con este bebé, ya que la ropa de de su embarazo anterior le quedaba muy justa. Pero en el Hospital Wrexham Maelor escucharon lo que no imaginaban.
Y Katie cuenta cómo lo vivió: "Cinco segundos después de que la ecografista me pusiera el escáner en la barriga, me pidió que respirara profundamente. Pensé que iba a decirme algo muy malo pero salió con: puedo ver tres latidos del corazón. Sabía que no bromeaba y me dijo: Te lo estás tomando bien. Y yo le dije: ¡No me lo estoy tomando muy bien!".
Katie quedó en shock: "Nos llevaron a una habitación lateral. Estaba llorando y Rob estaba tan blanco como una sábana. En ese momento, los médicos pensaron que sería un parto de trillizos como cualquier otro".
Por lo general, con los trillizos, se fertilizan dos huevos y uno se divide en dos, formando gemelos. Por lo que debían nacer 2 idénticos y otro diferente, pero nada de eso sucedió…
A Katie le dijeron que daría a luz sin complicaciones, pero dos semanas después hicieron un descubrimiento que derribó todo lo conocido: cada bebé venía en su propia bolsa, por lo que provenían de un solo huevo que se dividió en 3. ¡Serían 3 hermanitos idénticos!
Al séptimo mes los médicos empezaron a preocuparse seriamente. Tommy, que era el bebé más cercano al canal de parto, no estaba aumentando de peso. Así que Katie fue derivada a un hospital especializado en Liverpool.
Allí los médicos le dijeron que no querían contradecir a sus otros colegas, pero que nacieran idénticos era realmente imposible. "En toda mi vida no ví algo así", le dijo su nuevo médico a Katie.
Katie sólo quería que nacieran sanos y que no hubiera complicaciones en el parto. Pero en la semana 30, Katie empezó con contracciones y tuvo que ser intervenida en una cesárea de emergencia.
Y el pasado 9 de febrero, Tommy, Joshua y Eddie vinieron al mundo ¡perfectamente idénticos!. El médico le pidió disculpas a Katie y dijo que el parto que atendió quedará para los libros.
Lo de Katie, según la ciencia sucede 1 vez en 200 millones. Tommy nació a las 17.50 con un peso de 0,900 kg; Joshua, a las 17.51 con 1,360 kg; y Eddie, a las 17.52 con 1,360 kg.
Los bebés tuvieron que permanecer en el hospital porque al nacer tan bajos de peso debían ser monitoreados. Dos de ellos, después de 7 semanas fueron enviados a casa, mientras que el tercero lo hizo una semana después.
El pasado 10 de abril finalmente Jacob pudo abrazar a sus 3 hermanitos que le llegaron como un regalo. Katie y Rob dijeron que tuvieron que dejarles las etiquetas del hospital a sus bebés para poder reconocerlos en casa.
Katie está más que feliz: "Ahora que están aquí, siento que estoy en una burbuja de felicidad. Fue difícil no tenerlos a todos juntos. Hubo momentos en que me sentí realmente sola y no veía el día de poder abrazarlos a todos. Son absolutamente sensacionales. Han sido un rayo de sol en medio de la penumbra del coronavirus".
Y está feliz también con la solidaridad de sus vecinos que de forma anónima le dejan en la puerta de su casa bolsas con pañales y productos para bebés.