El director general y fundador del laboratorio aleman de biotecnología BioNTech, creador de la vacuna Pfizer, Ugur Sahin, afirmó que “las personas vacunadas no contagian”.
Con esta declaración, el científico alemán de origen turco echó por tierra los peores temores en relación a la posibilidad de que incluso aquellos que recibieron la inoculación podrían ser susceptibles a transmitir el COVID-19, lo que alejaría el final de la pandemia. Esto significa que la vacuna no solo protege al que la recibe, sino que evita la transmisión comunitaria.
Sahin hizo esta afirmación durante una entrevista con el diario alemán Bild, en la que se lo consultó sobre un reciente estudio llevado adelante en Israel, uno de los países con planes de vacunación más avanzados. El estudio mostró que el número de personas que dan positivo en la prueba PCR y que, por tanto, son potencialmente infecciosas, disminuyó en un 92% tras la vacunación.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu con un cargamento de vacunas Pfizer-BioNTech recien llegadas al país. Motti Millrod/Pool
“Con este descubrimiento, ahora también sabemos que si se vacuna a un número suficiente de personas, podemos contener eficazmente la pandemia”, dijo Sahin a Bild.
Además, se refirió a la variable británica del virus, que preocupa por su potencial de mayor contagio: “Sabemos que nuestra vacuna protege contra la mayoría de las mutaciones conocidas, incluida la B1.1.7”, lo que, según él, se demuestra porque “esta variante es actualmente dominante también en Israel”.
Con todo, no minimizó los riesgos de las nuevas cepas, y aseguró que existe la sobre posibilidad de que se aplique una tercera dosis de refuerzo que apunte específicamente contra esas variables; posibilidad que Pfizer y BioNTech estudia desde hace meses. “Si queremos que en el futuro el virus sea más difícil de propagar y queremos reducir las infecciones, hay que reforzar la vacunación con más frecuencia, quizá cada año o cada año y medio”, explicó Sahin.
“Podemos aprender mucho de la actual pandemia. Si nos preparamos bien ahora, (en el futuro) podremos responder aún más rápido, desarrollar vacunas más rápido y producir suficientes dosis más rápido”, agregó para Bild.
Una mujer con máscara camina por Londres, durante el brote de coronavirus.
El estudio -que fue publicado en la revista New England Journal of Medicine- en el que participaron cerca de 596.618 personas entre el 20 de diciembre y el 1 de febrero de 2021, arrojó que la vacuna de Pfizer contra el coronavirus demostró una eficacia del 94%.
En concreto, entre los 14 y 20 días después de la primera dosis y a los siete o más días de la segunda inyección, la eficacia estimada del fármaco era del 46 y el 92%, respectivamente, contra la infección documentada. En el caso de un caso asintomático, del 57 y el 94%; del 74 y 87% para la hospitalización y del 62 y el 92% para un enfermo grave, según recogió Europa Press.
Sahin, de 55 años, empezó sus estudios universitarios en Colonia (oeste de Alemania), donde su padre trabajaba en una fábrica de Ford, y los terminó en el hospital universitario de Homburgo (sur).
Junto a su esposa, Ozlem Tureci, creían que sus proyectos de investigación eran “demasiado arriesgados” para poder desarrollarlos en los laboratorios ya existentes, lo que les motivó a crear el suyo.
Fundaron en 2001 su primera empresa de biotecnología, Ganymed Pharmaceutical, que vendieron en 2016. En el crearon 2008 BioNTech, su segunda empresa, con la que desarrollaron una nueva generación de terapias individuales para los pacientes de cáncer.
BioNTech cuenta actualmente con 1.500 empleados, una gran cantidad de recursos económicos que proceden sobre todo de la inversión privada, y ha creado una de las vacunas con mayores índices de eficacia contra el coronavirus del mundo.