PARIS.- La emoción desbordó en París cuando Sudáfrica se coronó campeón mundial de rugby al vencer a Nueva Zelanda en una final que mantuvo a los espectadores en vilo. Con un marcador final de 12-11, los Springboks celebraron su cuarto título de la Copa del Mundo y mantuvieron su histórico invicto en finales de este torneo.
Después del partido, el capitán de los All Blacks, cuyo equipo tuvo que jugar con 14 hombres durante los últimos 50 minutos debido a su expulsión, expresó su devastación y orgullo por el esfuerzo de su equipo: "Por supuesto, estoy extremadamente destrozado y decepcionado. Primero que nada por el hecho de que los muchachos tuvieron que jugar con 14 hombres durante los últimos 50 minutos. Pienso que el coraje que mostraron esta noche fue increíble, todo el equipo: son guerreros absolutos. Me gustaría felicitar a Sudáfrica: ha sido un equipo fantástico, ha tenido un camino tremendamente difícil hasta la final y lo ha demostrado una y otra vez. Nuevamente muestran una manera de ganar."
Por otro lado, Pieter-Steph Du Toit, elegido como el mejor jugador del partido decisivo, compartió su gratitud por la victoria: "Gracias a mi padre celestial por esta oportunidad. Fue una tarea realmente dura. Cada partido fue una final. Ganar el título por un punto muestra la resiliencia de este equipo y de Sudáfrica. Queremos agradecer a todos los que vinieron y viajaron por el apoyo que nos dieron."
El partido estuvo marcado por la indisciplina de los All Blacks, que sufrieron una tarjeta amarilla y una roja, lo que brindó una ventaja a los Springboks. A pesar de que Nueva Zelanda anotó el único try de la final del Mundial, no lograron alzarse con la victoria. La indisciplina y la concesión de algunos penales en su propio campo facilitaron la tarea de los Springboks, quienes, a pesar de la ventaja numérica, tuvieron que emplearse a fondo para retener la corona. Pieter-Steph Du Toit, conocido por su destacada capacidad para tacklear, desempeñó un papel fundamental en los minutos finales.
Sudáfrica se consagra como los maestros de las victorias por escaso margen en este Mundial de Francia, ya que desde los cuartos de final en adelante, se impusieron por un promedio de apenas tres puntos. Los All Blacks demostraron su potencia y destreza en el campo, pero finalmente, el trofeo Webb Ellis volvió a Sudáfrica, marcando un hito en la historia del rugby mundial.