Augustine Tuuga.- Los pocos ejemplares que quedan de esta especie viven dispersos en la isla de la que proviene su nombre, en Indonesia. Además de la caza furtiva y la desaparición de su hábitat, la fragmentación de su población es una de las principales causas del riesgo de extinción de estos animales.
“Sabíamos que estaba comenzando a sufrir un dolor significativo por la creciente presión de los tumores en la vejiga“, señaló en un comunicado el director del Departamento de Vida Silvestre del estado de Sabah, Augustine Tuuga.
Ahora los especialistas esperan poder recuperar algún óvulo de Imam para fecundarlo “in vitro”, en colaboración con Indonesia, un esfuerzo similar al que llevan a cabo científicos que intentan reproducir rinocerontes Blancos del Norte, especie de la que solo quedan dos hembras en Kenia.