Los restos de Homo sapiens más antiguos, hallados en el este de África, podrían tener una edad superior a los 230.000 años, según el nuevo cálculo efectuado por un equipo internacional de expertos.
La investigación que publicó ayer la revista Nature retrasa en más de 30.000 años la antigüedad de los fósiles conocidos como Omo I, descubiertos en 1967 en el yacimiento de Omo Kibish, en Etiopía. El equipo, liderado por la Universidad de Cambridge, estudió las capas de ceniza volcánica situadas por encima y por debajo del lugar donde quedó enterrado Omo I, una zona del valle del Rift de gran actividad volcánica y rica en restos de los primeros humanos.
“Usando estos métodos, la edad generalmente aceptada de los fósiles de Omo es de menos de 200.000 años, pero ha habido mucha incertidumbre con respecto a esta fecha”, explicó en un comunicado la vulcanóloga Céline Vidal.
Los nuevos análisis se integran en un proyecto de cuatro años con el que han tratado de datar todas las grandes erupciones registradas en el lugar durante el período en el que aparecieron los primeros Homo sapiens, y constataron que los restos fósiles de Omo se encontraban por debajo de la gruesa capa de ceniza en cuestión, por lo que dedujeron que estos debían tener una antigüedad de más de 230.000 años.