En mayo, Megan Markle hizo historia al ser la primera mujer afroamericana y estadounidense que se casó con un miembro de la familia real británica. Menos de un mes después, esa institución monárquica anunció los planes para otra histórica unión: la de Lord Ivar Mountbatten con James Coyle, su pareja de hace varios años. Será la primera boda monárquica del mismo sexo y se realizará a finales de este verano.
En una entrevista con el Daily Mail, Mountabateen señaló que la boda se llevaría a cabo en una capilla privada de su propiedad en Devon. Aunque no se espera que asistan los principales miembros de la familia real, es decir, la reina Isabel II y sus descendientes directos, la pareja cuenta con el apoyo total de ellos, según señaló el Lord.
El hombre, un primo tercero de la reina Isabel II y descendiente directo de la reina Victoria, se convirtió en 2016 en el primer miembro de la realeza en admitir públicamente su homosexualidad. Tiene tres hijos junto a su ex esposa Penny Mountbatten, que ha apoyado abiertamente la relación de su marido con Coyle. Ella, la semana pasada, anunció que, a sugerencia de sus hijas, iba a caminar junto a él por el pasillo durante la ceremonia.
Al tiempo que el nombre de Mountbatten quedará impregnado en los libros de historia por ser el primer Royal en casarse con otra persona de su mismo sexo, las noticias de su matrimonio no están despertando críticas ni oposiciones en el Reino Unido. Según los datos recopilados por el censo nacional británico en 2016, más del 60 por ciento de la población del país no encuentra nada malo en las relaciones homosexuales. El matrimonio entre personas del mismo sexo fue legalizado en la mayor parte de Inglaterra hace cuatro años, y si bien aún no se reconoce en Irlanda del Norte, las asociaciones civiles se han podido realizar desde 2005.
Mountbatten también está lo suficientemente lejos del trono como para que su matrimonio no plantee ningún problema relacionado con la constitución, según comentó Jonathan Thomas, el editor de Anglotopia.net que ha estado cubriendo la monarquía británica desde 2007.
La familia real aún se rige por una ley aprobada en 1772, titulada Ley de Matrimonios Reales, que requiere que las primeras seis personas en la línea de la sucesión reciban permiso del monarca antes de casarse. La Reina dio su consentimiento formal al Príncipe Harry y Markle en marzo. Como que Mountbatten está muy lejos de la línea de sucesión, y debido a que ya tiene hijos, su matrimonio con Coyle tiene poco que ver con los líderes de la familia real.
No obstante, Mountbatten ha abierto nuevos caminos. "El cambio ocurre en los bordes, y como que las personas más alejadas del centro hacen cambios, estos (cambios) acabarán teniendo repercusión en el centro", sostuvo él.