Por primera vez en su historia, el barril de crudo cotizó por debajo de cero y llegó a pactarse a un precio negativo de USD 40 en la variedad WTI, utilizado en los Estados Unidos. La inminencia del cierre de los contratos de mayo, sumado a una depresión en la demanda que parece no tener piso y la falta de espacio disponible para almacenarlo provocaron un derrumbe de casi 300% en la cotización, algo nunca visto por los operadores, que quedaron estupefactos ante las pantallas al observar semejante recorte.
Como trasfondo, se mantiene la guerra por los precios entre los países de la OPEP con Rusia, más allá del alto al fuego acordado para realizar una disminución en la producción a partir del mes que viene. En tanto, las petroleras argentinas mantienen su producción al mínimo mientras las refinerías siguen al tope de su capacidad para guardar combustible.
En ese marco, la idea de implementar un "barril criollo" pierde fuerza porque argumentan que en este momento no tienen a quién venderle los barriles que extraen de los yacimientos, después de que la cuarentena desplomara la venta de naftas en un 70%.
"Esa es una pelea de los gobernadores", diferenciaba una fuente del mundo petrolero ante la consulta de BAE Negocios. Es lógico: con cada dólar que cae el petróleo, los mandatarios ven cómo se hacen añicos sus ingresos por regalías. "Todo el sistema de almacenamiento argentino está al tope y no hay que esperar que bajen las naftas porque aumentan los costos fijos con un volumen de ventas mucho menor", estimaban desde una de las firmas del sector.
Desde otra compañía aclararon que "el derrumbe del WTI no tiene impacto" en el país, pero reconocieron que un barril criollo de USD45 como figuraba en un borrador que comenzó a circular "perjudicaría a las refinadoras y a YPF que tiene el 60% del mercado, en detrimento de las productoras chicas, que no están integradas".
En concreto, las fuentes consultadas aclararon que la situación inédita del lunes "se debió a un tema muy puntual en Estados Unidos" ya que, por ejemplo, la cotización del crudo Brent, usado como referencia en la Argentina, bajó 6,8% a USD26,20 dólares, "un precio que, demostró la experiencia de 2015 y 2016, la industria local puede manejar", más allá de que las inversiones en Vaca Muerta a ese valor quedan en jaque.
Eduardo Fernández, del Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG) coincidió en que "el barril criollo funciona si hay un fondo de compensación como tienen Chile o Brasil". "Si lo haces simplemente para mantener un precio alto, genera un desbalance fiscal permanente", cuestionó.
Lo cierto es que el derrumbe histórico se vio catapultado por el cierre de los contratos de mayo. Si el martes los tenedores mantienen esos futuros en sus manos, deberán aceptar el barril de crudo. Por eso la desesperación por deshacerse de ellos al punto de pagar para que lo compren con tal de no acumular un oro negro que ni siquiera saben dónde podrán almacenar. En ese sentido, basta ver que el contrato a junio descendió 16% a USD20,43 el barril. "Es una crisis por falta de demanda y la oferta no llega a ajustarse a la misma velocidad", planteó Fernández. El almacenamiento de combustible está creciendo en los barcos que lo transportan ultramar y hay petroleras argentinas que contratan embarcaciones cpara, eventualmente exportar el crudo, aunque sea con un precio "irrisorio". Por eso el entusiasmo ante una posible rebaja en las retenciones que hoy paga el sector.