El Gobierno estadounidense tiene previsto autorizar la extracción de petróleo y gas en el Ártico de Alaska antes de que termine el año. El secretario de Interior David Bernhardt reveló en una entrevista con The Wall Street Journal que la Administración Trump está ajustando los detalles para subastar contratos de extracción de hidrocarburos en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico.
En nombre de la creación de empleos, tema de su campaña electoral con miras a su reelección, el mandatario estadounidense asesta un nuevo golpe al planeta.
El Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico es una zona protegida desde 1980 y codiciada desde hace tres décadas por las compañías petroleras.
El programa de perforaciones para la búsqueda de petróleo abarca una zona costera de cerca de 70.000 kilómetros cuadrados. Una superficie equivalente a Irlanda, a lo largo del océano Ártico, donde viven importantes colonias de osos polares y caribúes.
Varias asociaciones ambientalistas denunciaron esta iniciativa, pero por ahora los beneficiarios de las concesiones se frotan las manos.