En el año 1975, Naciones Unidas designó esta fecha con la idea de destacar la lucha femenina en su reclamo de igualdad de oportunidades en la sociedad.
La conmemoración de esta emblemática fecha, tiene múltiples antecedentes a lo largo del último siglo.
Durante los primeros años del siglo XX, distintos movimientos organizaron manifestaciones que tenían el espíritu del actual 8M, sumando un significativo reclamo: la posibilidad de que las mujeres participaran de los procesos electorales de la época.
Finalmente, el 28 de febrero de 1910, en la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, fue el día en que los movimientos que participaron del encuentro definieron, por primera vez, y bajo el consenso de las participantes, que el 8 de marzo se convertiría en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Por qué se eligió este día
No es una fecha para celebrar, si no para conmemorar. El 8 de marzo es un día muy significativo para los movimientos feministas, ya que recuerda una de las primeras manifestaciones públicas de mujeres.
Qué pasó esa fecha
Ese día, en el año 1857, miles de trabajadoras textiles ocuparon las calles de Nueva York con el lema “Pan y rosas” para exigir mejores condiciones laborales, reducir el horario laboral y terminar con el trabajo infantil. Este hecho sirvió como antecedente para todos los movimientos feministas del mundo, ya que fue una de las primeras muestras de la organización de las mujeres.
A pesar de la lucha de estos movimientos, sus condiciones laborales tardaron muchos años en mejorar. Prueba de esto fue el trágico saldo del incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York , que ocurrió el 25 de marzo de 1911. Ese día, se incendió el establecimiento y dejó un saldo de 146 muertos: 123 de ellos eran jóvenes trabajadoras.
Los fallecimientos, que se produjeron, sacudieron a la opinión pública estadounidense y provocaron cambios en la legislación laboral. Además, el hecho se convirtió en un ejemplo concreto de la forma en la que trabajaban las mujeres de la época.