ISRAEL.- Una situación de lo más peculiar se está dando en Israel, donde los padres de soldados caídos piden por su derecho a ser abuelos. Esta iniciativa, que cuenta con una aprobación preliminar desde marzo de este año, pone en conflicto el derecho de la familia y las promesas del estado israelí con el derecho de los niños engendrados de este modo.
El servicio militar en Israel es obligatorio para toda la población, de los 18 a los 21 años, todos deben servir en el ejército. “Tienes que servir a tu país por ley. Si te pasa algo, nos ocupamos de ti, y si mueres, nos ocupamos de tus padres e hijos”, dijo Zvi Hauser, miembro del parlamento y promotor de la ley.
Con este argumento defiende el derecho de los soldados a tener familia, aunque la medida es mayoritariamente apoyada por los padres de los difuntos. Las familias numerosas forman parte de la antigua tradición israelí, que se ve quebrantada al morir un joven sin hijos.
Bajo la firma previa del soldado, su esperma, que es capaz de sobrevivir hasta 72 horas luego del fallecimiento, será congelado para su preservación y así su esposa podrá tener un hijo suyo. Zvi Triger, profesor de derecho de la familia en el Colegio de Estudios Académicos de Gestión afirma que “ahora, incluso estar muerto no es un impedimento para tener hijos”, en su juicio esta práctica es “muy posmoderna”.
En contraparte a esta forma de perpetuidad del legado familiar, se encuentran quienes afirman que esto es una forma de “orfandad planificada”. Según Gil Siegal, director del Centro de Derecho Médico, Bioética y Política Sanitaria del Colegio Académico Ono de Israel, lo mejor para un niño es que nazca de padres vivos.
"Mi corazón está con los padres desconsolados, pero el discurso en torno a la fertilidad y el nacimiento debe comenzar con madre-padre-hijo, no con abuela-abuelo-hijo", declaró y continuó: "Cuando se recupera el esperma de un muerto, se intenta restaurar algo perdido en circunstancias trágicas. Es como erigir un monumento vivo".
