River no pudo sostener en Porto Alegre el 2-1 de la ida en el Monumental, cayó con Inter por idéntico resultado y sucumbió por 9-8 en los penales para decirle adiós a la Copa Libertadores 2023 en los octavos de final.
Un partido durísimo salió a jugar el conjunto de Martín Demichelis en Brasil: si bien logró neutralizar el trámite en el inicio, tuvo momentos de zozobra y en los que Franco Armani debió lucirse. Amenazó primero Alan Patrick con un mano a mano apenas desviado, el arquero intervino dos veces ante Enner Valencia y hubo polémica cuando Enzo Díaz cruzó al límite a Fabricio Bustos en el área pero el VAR descartó la infracción.
Ya sin Enzo Pérez por lesión, el Millonario fabricó la más clara casi sobre el descanso cuando Lucas Beltrán cacheteó un balón que logró tapar Sergio Rochet.
El complemento ya se vivió con una efervescencia esperable por el marco que le imprimieron los hinchas locales, y con los protagonistas cada vez más exasperados y vehementes, los anfitriones lograron romper el cero a los 25 con Gabriel Mercado cabeceando como un balazo un córner desde la derecha de Wanderson. El ex River pidió perdón mientras todo el estadio se desahogaba. Hasta ese momento había penales.
A los 33, Alan Patrick sorprendió con un tiro libre desde la izquierda a media altura que se le coló por la izquierda a Armani y le daba el boleto directo al equipo del Chacho. Allí, la virtud millonaria fue nuevamente no rendirse, más allá de que el golpe podría haberle aplanado el espíritu. Pero en tiempo cumplido, un córner desde la derecha del ingresado Agustín Palavecino le cayó por el segundo palo a Robert Rojas, para empujarlo al descuento que le daría vida a River desde los doce pasos.
La definición fue un sufrimiento largo para ambos bandos. Nadie erró hasta el segundo penal de la serie de uno, cuando Pablo Solari se resbaló y, pese a convertir, el VAR demostró que le pegó con ambas piernas. Era un tiro malogrado que dejaba el pase en pies de Carlos De Pena, pero su disparo dio en el palo. Con el marcador 8-8, los protagonistas pidieron cambio de área porque el punto penal estaba muy deteriorado, y en el nuevo escenario Robert Rojas estrelló un sablazo en el travesaño, y después no falló el mismo Rochet para darle el boleto a su equipo. Final con la frente en alto para River, más allá de la desazón de un adiós que puede sonar prematuro.