El Gran Premio de Brasil resultó desafortunado para Franco Colapinto, quien experimentó su primer abandono en la Fórmula 1 tras sufrir dos accidentes en una carrera marcada por la lluvia y la falta de control del monoplaza.
Con miles de argentinos en las tribunas de Interlagos, el joven piloto de Pilar enfrentó una difícil jornada, agravada por el reciente fallecimiento de su abuelo. Aunque demostró fortaleza mental, los resultados en pista no lo acompañaron.
El clima inestable y las complicaciones para mantener el control en una pista mojada llevaron a Colapinto a impactar su auto contra las barreras en la carrera y también en la clasificación, lo que dejó el vehículo con graves daños. Durante la carrera, Williams sorprendió al detenerlo en boxes por segunda vez en pocas vueltas, lo cual no resultó suficiente para evitar el trágico desenlace bajo una intensa lluvia y con el auto de seguridad en pista. La imagen de frustración y preocupación era evidente en el equipo británico, mientras sus fanáticos coreaban en apoyo al piloto argentino.
Colapinto describió el accidente como "muy fuerte y triste", destacando que la pista mojada y la dificultad para mantener la temperatura de las gomas fueron factores críticos. La falta de adherencia en la recta sumó obstáculos en una competencia que se convirtió en un desafío inédito para él.
Para Williams, el paso por Brasil no solo dejó la carga económica de reparar el auto de Colapinto, sino que también resultó en la pérdida de puntos cruciales, permitiendo a Alpine, su competidor directo, ganar posiciones y acercarse al podio.
La victoria de Max Verstappen, quien largó en la 17° posición, fue el punto culminante de una carrera emotiva y llena de sorpresas. Pese a los infortunios, Colapinto aseguró que trabajará para regresar más fuerte en su próxima aparición en Las Vegas.