Huracán consiguió este viernes sorprender con una victoria por 1-0 ante River en el Tomás Adolfo Ducó que lo despojó de la cima de la de Zona A de la Copa Liga Profesional, incluso complicándole -según otros resultados- la clasificación a cuartos a falta de dos fechas, y justo antes del debut por Copa Libertadores visitando el martes a Deportivo Táchira. Es que el Millonario necesitaba ganar para seguir a la par de Argentinos Juniors arriba y ahora quedó a merced de la suerte de un vasto pelotón.
El primer tiempo auguró una noche de vértigo cuando a los dos minutos el debutante Daniel Zabala tocó al gol de taco un centro de tiro libre de Esequiel Barco pero inmediatamente cobraron offside en el campo de juego. Después, el VAR convalidó la decisión en una apreciación milimétrica que igual dejó margen para la discusión.
En lo que siguió, y salvo por una media vuelta desviada de Miguel Borja, fue el conjunto de Frank Kudelka el que ganó en tres cuartos de cancha y estuvo más cerca de abrir el marcador: el peligroso Walter Mazzantti lo tuvo dos veces, en una cabeceó por arriba y en otra se topó con Franco Armani, y el arquero también debió intervenir ante una buena aparición de Rodrigo Cabral.
En otra enorme polémica, se vio cómo Leandro González Pirez frenó con falta en el área a Ignacio Pussetto, pero Leandro Rey Hilfer y los video asistentes obviaron la acción.
En el complemento, fueron creciendo los de Martín Demichelis de la mano de ingreso de Pablo Solari y, luego, de Claudio Echeverri. Y Solari tuvo tres, en una le faltó puntería y en las otras se topó con un Hernán Galíndez clave. Pero el Millo se quedó y a los 33 lo tomó el anfitrión mal pasado de contra: recibió Mazzantti por derecha en su campo, corrió con el ingresado Nicolás Fonseca persiguiéndolo en soledad y definió ante Armani para romper la paridad.
Ya más desordenado y apurado y con superioridad numérica por la expulsión del goleador por festejar sin camiseta estando amonestado, siguió intentando la visita, que solo pudo amenazar con otra arremetida de Echeverri y un toque afuera de Solari desde inmejorable posición. Al final, la fiesta se quedó en Parque Patricios donde, si bien no hay chances de seguir en camino por el título, sumaron un fuerte envión anímico de cara a lo que viene.